A veces hablamos de la salvación (en las iglesias) de una forma no del todo bíblica. Unos dicen que Dios es amor, que es tan bueno que todo el mundo se salvará, olvidando que Dios también es justo, y que no puede ser burlado, y que la Biblia dice que todos hemos fallado (Romanos 3:21-23), todos hemos pecado alguna vez, y por lo tanto, somos "culpables", merecemos la muerte, la separación eterna de Dios...
Pero Cristo pagó esa exigencia del Padre Eterno al morir en la cruz. Eso nos lleva a otro punto de vista, basado en algo bíblico pero desvirtuado en ocasiones. Hablamos de Romanos 10:9-10, donde dice "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo".
Esto es Palabra de Dios, y es cierto, pero a veces se predica a medias; se hace hincapié en confesar con la boca, pero se deja a un lado lo más importante, creer con el corazón en Jesús, en su resurrección, que es lo que, junto con su muerte, nos da derecho a tener acceso a Dios y esperanza de vida eterna. Algunos predican hoy día (incluso conocidos tele-predicadores) algo así como: "Repite esta oración después de mí y serás salvo" y parece como si fuera una oración "mágica", como si las palabras por sí mismas lo hicieran todo. Algunos que se llaman cristianos, piensan que lo son porque asisten a una iglesia, porque imitan a los que acuden a ella, y porque un día dijeron esa "oración mágica"...
No podemos dudar que la salvación es un regalo, no la podemos obtener por nuestro esfuerzo, y que la muerte y resurrección de Jesús es la que nos regala la vida eterna, pero hemos de aplicar la fe, y hablamos de esa fe citada en Hebreos 11, esa certeza de lo que se espera, esa convicción de lo que no se ve; hablamos de tener fe en Jesús, una fe salvadora, pero una fe que no te hace solo cambiar de religión, o cambiar de ritos congregacionales, sino de una fe que te trasforma, que produce en ti arrepentimiento, que te hace depender de Dios, que te hacer vivir consciente de Su Presencia en todo momento, que hace que vivas produciendo fruto bueno, fruto de arrepentimiento, como la que se cita en Mateo 3:7-8, que dice:
"Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: !!Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento"
Sería bueno que examinaras tus caminos, pues no se es salvo por repetir como un papagayo la oración que un predicador te dicta, sino por creer de corazón que Jesús pagó con su vida misma para darte vía libre para llegar al trono de Dios, limpio de tus pecados, y sabedor de que Él te da una nueva naturaleza, para que olvides lo que quedó atrás y vivas una vida nueva en plenitud (Filipenses 3:13). Piensa en esto, no sea que algún día, cuando estés en la presencia de Dios, te encuentres con una sorpresa, con palabras de su boca dirigidas a ti diciendo: Apártate de mí ¡No te conozco! (Mateo 7:21-23)
Te dejo con un vídeo un tanto controvertido, predicado en USA, en inglés, pero subtitulado en español. Creo que habla de cosas un poco olvidadas en estos días, tales como el arrepentimiento genuino, el examinar nuestros caminos, el ser sinceros con nosotros mismos y con Dios...
¿Qué te parece?