

CRISTIANOS
Él es profesor de "Management" de la "Charleston Southern University School of Business" y ha realizado una encuesta global denominada "Los Obstáculos para el Crecimiento", entre mas de 20.000 cristianos en 139 países, entre personas de 15 a 88 años. Los resultados de este estudio se extrajeron de su página web Epiphany Resources
La encuesta encontró que más de 4 de cada 10 cristianos en todo el mundo dicen que "casi siempre" o "siempre" están apresurados, y andan corriendo de un sitio a otro. "Estar demasiado ocupados" fue el mayor desafío sin resolver de países como Japón, Filipinas, Sudáfrica, el Reino Unido, México e Indonesia. Curiosamente, los cristianos de Uganda, Nigeria, Malasia y Kenya eran los que estaban menos agobiados por sus tareas.
Pero aún en los países de ritmo de vida más tranquilo, uno de cada tres cristianos admitió que iba con prisas.
Por otro lado, 6 de cada 10 cristianos dicen que para ellos, casi siempre o siempre, el hecho de estar ocupados les impide desarrollar una buena relación con Dios, y abundaban los que así se encuentran especialmente en América del Norte, Europa y África. Dice la encuesta que cristianos de Estados Unidos, Sudáfrica, Canadá o Irlanda (entre otras) tienen menos tiempo para Dios, que los de otros países.
Anecdóticamente, desglosando los datos por profesiones, los pastores son de los que más corren de tarea en tarea, lo que paradójicamente, les impide desarrollar una buena relación con Dios.
Los profesionales y trabajadores cuya ocupación interfería con su relación con Dios eran por este orden:
1º Abogados (72%)
2º Empresarios (67%)
3º Enfermeras (66%)
4º Pastores (65%)
5º Profesores (64%)
6º Vendedores (61%)
7º Amas de casa (57%)…
Zigarelli dice que la vida acelerada y el nivel de actividades de la vida moderna nos distrae de Dios y nos separa de la vida victoriosa, abundante y plena que Dios tiene preparada para nosotros.
Mientras el estudio no explica por qué los cristianos están tan distraídos y ocupados, este doctor describió el problema como un círculo vicioso, fomentado por la adaptación y conformidad con los valores culturales de nuestro tiempo. Si los cristianos asimilan la cultura de estar siempre atareados, esto les lleva a que Dios esté marginado en sus vidas y a tener una relación deteriorada con Él. Esto a su vez hace a los cristianos más vulnerables a adoptar opiniones seculares sobre como vivir, y como consecuencia les lleva a conformarse a una cultura de estar apresurados y atareados. Este es el círculo que se alimenta a sí mismo y se convierte en destructivo...
Según esos datos, 2 de cada 3 pastores están demasiado ocupados con "sus asuntos" como para atender a Dios, lo que quiere decir que también 2 de cada 3 congregaciones que sean dirigidas por un solo pastor, estarán desnutridas espiritualmente...
Eso me trae a la memoria la famosa parábola de Jesús, la que llamamos “del sembrador”, y que habla de ciertos tipos de personas, según como reaccionan ante la Palabra de Dios, y los compara con distintos lugares en los que cae la semilla y su forma de crecer. Puedes leer la parábola en Mateo 13:3-9, y la explicación de Jesús a sus discípulos en Mateo 13:18-23.
He escuchado predicar sobre este pasaje para explicar que hay gente poco receptiva a las cosas de Dios, o que hay otros que en cuanto vienen las pruebas y dificultades dejan de seguir a Cristo… Y que hay cristianos que son buena tierra. Pero a veces nos pasamos de largo la explicación de aquellos que son como las semillas que caen entre espinos.
Si una planta trata de crecer entre espinos, encuentra una dificultad: Los espinos suelen enraizar fuertemente, y le roban la humedad y la mayor parte del alimento a la planta a la que ahogan, y también la ensombrecen, le roban parte de la necesaria luz solar. La pobre "plantita" no muere, pero apenas puede subsistir, desnutrida, e incluso estropeada.
Hoy día también hay cristianos desnutridos. Unas veces la culpa de esa situación la tiene el que no reciben alimento bueno, porque dependen de unos “pastores” que no “tienen tiempo” para buscar comida de buena calidad capaz de dar crecimiento, y apenas si traen el agua justa para mantener vivas las "plantitas de sus maceteros" una semana más.
Otras veces, los mismos cristianos son los que están demasiado ocupados como para buscar alimento por si mismos, y en vez de procurar enraizar con profundidad, hasta lo más hondo, donde nadie les pueda robar los elementos nutrientes, se contentan con esas gotas de agua que les hace solo sobrevivir, pero con las que no tienen suficiente para disfrutar de una vida llena y plena en Cristo.
A más de esto, la explicación de Jesús mismo nos aclara qué otras cosas ahogan el crecimiento (de los que intentan dar de comer, y de los que solo saben abrir la boca como los pollitos hambrientos). Dice el versículo 22 del capítulo tratado en Mateo que:
“El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.” [RV60. Énfasis añadido]
Y últimamente escucho a demasiados cristianos muy afanados por tener riquezas… Y a esta labor la llaman doctrina de la prosperidad…
A la vista de esta “casualidad lingüística”, me pregunto ¿Seguirá el cristianismo mundial perdiendo el tiempo en prosperar mientras que malvive ahogándose en una vida sin pausa, o se dará cuenta de que esa doctrina es uno de los males de este “siglo”?
Malgastar el tiempo en conseguir mucho dinero, y disfrazarlo de doctrina espiritual, no solo es un gran error a mi entender, sino una de las causas del empobrecimiento del cristianismo actual, que aunque le pese a más de uno, emplea más tiempo en buscar riquezas que en buscar al mismo Dios.
¡Qué razón tenía Jesús! Por eso dijo que había dos cosas incompatibles entre si:
No podéis servir a Dios y a las riquezas (Mateo 6:24)