
Mark A. Noll profesor de Historia en la Universidad de Notre Dame, y perteneciente a la iglesia evangélica, dijo cosas interesantes acerca de la "mente evangélica" y sobre una curiosa situación histórica que estábamos viviendo hoy día; decía lo siguiente: "Los evangélicos actuales son los descendientes espirituales de líderes y movimientos que se distinguieron por la creatividad, por examinar, y ponerle una fructífera atención a la mente."
Cuando se habla de Reforma, todos pensamos en Lutero, en el siglo XVI, y en que eso hizo que la Iglesia Católica de entonces tuviera que ser confrontada con cosas que hombres sin pudor ni temor de Dios, fueron añadiendo con engaño desde el siglo VI d.C. cosas que jamás tuvieron una base bíblica que las apoyara. Fue necesario que gente como Lutero o Calvino alzaran la voz DESPUÉS de haber leído las Escrituras, para denunciar desviaciones evidentes... Esa Reforma dio pie a la iglesia protestante, y a la postre a la evangélica. La cuestión es que muchos evangélicos hoy día ven eso como historia, y no han pensado en lo que Mark Noll y otros muchos cristianos mantenemos aún en firme: La Reforma, no ha acabado.
Dios nos llama así: "No os conforméis a este siglo, sino transformaos, mediante la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos 12:2)
-Conforméis es "susjematizo" en griego, y significa "formar en forma parecida, conformar al mismo patrón"
-Siglo era "aión" en griego, y significa "una era", "tiempo de este mundo", "universo"
-Transformaos proviene del griego "metamorfóo", transformar o transfigurar (recuerda la metamorfosis que nos enseñan en los colegios: Una oruga CAMBIA POR COMPLETO y se transforma en una hermosa mariposa)
-Entendimiento ("noús" en griego) habla de "pensamiento, sentimiento o voluntad".
Y el sentido de la frase, es de algo continuo, es decir, algo que no tiene final, que debe suceder sin parar. Si hacemos una paráfrasis con estos significados que no siempre tenemos en cuenta, podría quedar algo así como:
No os acomodéis a los patrones del tiempo en que vivís ni a sus sistemas, sino cambiad por completo para ser algo distinto de lo que erais antes, haciendo que vuestros pensamientos, vuestros sentimientos y aún vuestra voluntad, sean totalmente nuevos, adaptados a la manera en que Dios quiere que seáis... Y nunca dejéis de hacer esto.
Podríamos tratar más textos, pero no lo haré por no hacer demasiado extensa esta reflexión. pero si alguien quiere, puede contactar conmigo, o MUCHO MEJOR AÚN, puede buscar por sí mismo lo que la Biblia dice de verdad, que al fin y al cabo, es lo que Dios pretende verdaderamente que hagamos.
Lo que llamamos Reforma fue algo histórico que cambió muchas cosas del cristianismo que se habían desviado en la Edad Media, cosas que se tergiversaron por dejar la Biblia a un lado, y porque falsos maestros entraron en la iglesia, ocuparon puestos de poder, y comenzaron a inventarse cosas que Dios no decía... Y la gente los creyó.
Ahora, cualquiera que lea estas palabras, también tiene posibilidades de poseer una Biblia para leerla, pero sin darnos cuenta, hemos caído de nuevo en el sistema, en el "modelo" del que un día Dios nos sacó. Lutero confrontó bíblicamente que un hombre (aunque se llamara Papa) ni era infalible ni conocía toda la verdad de Dios, y como inicio a la reflexión, solo dejaré unas preguntas en el aire: ¿Hemos vuelto a creer en la existencia del Papa en las iglesias evangélicas? ¿Creemos sin cuestionar todo cuanto un hombre nos dice sin EXAMINARLO en la Biblia? ¿Es necesario creer a los hombres aún sin estar seguro de que Dios dice lo mismo? Si crees todo lo que te dicen y no estudias a la luz del Espíritu Santo y de sus Escrituras ¿Cómo conocerás si lo que escuchas de uno y otro lado es verdad o mentira? Recuerda, hoy día podemos escuchar supuestas "palabras de Dios" en muchos sitios: Internet, TV, Radio, Iglesias... ¿Creerás sin dudar lo que te digan en todos esos sitios o buscarás la verdad contrastada de la Biblia? ¿Me creerás también a mí? Mi opinión vale poco, y si me apuras, la de cualquier hombre, por erudito que parezca, vale lo mismo: La opinión que de veras me interesa conocer es la de Dios: ÉL CONOCE TODA LA VERDAD PUES ÉL MISMO ES VERDAD... Acude a la fuente de aguas vivas que es Dios, y no te conformes solo con "agua embotellada" de alguna radio cristiana, iglesia o cadena de televisión.
Nuestros "hermanos" medievales, creían cuanto les decían por dos razones:
1) El que se oponía, moría, a veces después de ser brutalmente torturado.
2) No tenían una Biblia en sus manos, y no les quedaba otra forma de ver a Dios que la que les enseñaban en las monumentales y enriquecidas iglesias...
Pero hoy día, eso no es excusa, pues Dios nos ha dado mente para pensar, Biblias para leer, y lo más importante, el Espíritu Santo para guiarnos a toda la verdad.
Volviendo a la frase con que empezaba este artículo, si algo distinguió a los cristianos reformadores (y a los que comenzaron diversos movimientos o denominaciones evangélicas) fue que EXAMINABAN TODO Y RETENÍAN LO BUENO... SOLO LO BUENO, y tenían la mente abierta para que el Santo Espíritu los inspirara, los transformara, les dijera cada día qué cosas debían cambiar... Y cuando lo lograban, siempre había un nuevo reto, una nueva meta, una nueva revelación... "El camino de los justos va en aumento, hasta que el día es perfecto" (Proverbios 4:18)
No te conformes con encender una linterna si sabes dónde está el interruptor de los potentes focos de un estadio de fútbol...
La luz debe ir creciendo, la revelación debe ir aumentando, el conocimiento y la vida en integridad que conlleva conocer la Santa Palabra nunca deben cesar de crecer hasta acercarse a la estatura de la plenitud de Cristo.
La Reforma no ha acabado, aún arrastramos cosas que no cambiaron en el siglo XVI, ni en el XX, y que hoy, si queremos ver la gloria de Dios moviéndose en medio nuestra, debemos "transfigurar" (metamorfóo gr.) Pide a Dios que abra tus ojos, y no te dejes llevar por las corrientes de este mundo"