
Los seis componentes de la “Hermandad Callatvm Ya” parecían orgullosos de sus logros, se sentían los más importantes de la reunión, pues veían a los otros integrantes en un segundo plano, como meras marionetas de un engranaje en los que ellos eran las verdaderas piezas claves.
Sabedores de que el cristianismo podía representar un peligro para sus propósitos de controlar el mundo, y conscientes de que algunos verdaderos profetas podrían desenmascarar sus planes, tenían un procedimiento bien trabajado a lo largo de los siglos, en el que conseguirían que esa amenaza “cristiana” se convertiría paradójicamente en su cómplice: Sería el mayor y más bestial intento de toda la historia (después del Calvario y de la oscura edad del medievo), por acabar con los verdaderos discípulos de Jesucristo.
Contuve la respiración un poco más, y pude ver como los seis personajes que yo había considerado “cristianos” hasta aquel día, se levantaron, tomaron sus manos, y dijeron unas extrañas palabras en un dialecto que no llegué a entender. Sólo la ultima frase tuvo un matiz distinto, la pude percibir, y aún retiñe en mis oídos el momento en que a gran voz gritaron: ¡Te adoramos, Reficul!
Entonces, el líder continuó complacido con sus entrevistas, e hizo levantarse en primer lugar a un hombre que te aseguro que conoces. Iba vestido con un traje blanco, de diseño, confeccionado a la medida con telas de alto valor y estilismo refinado:
- Bien –dijo Reficul, tengo que felicitar en primer lugar a mi magnífico ministro del continente de Amnésica del Norte, el gran y extraordinario “Benit O-Gil” ¿Qué tal llevas tu misión?
- Oh gran Reficul, maestro de los maestros, mi dueño y señor, todo mi empeño puse en lobotizar al continente entero, y a poco que me dejen lo consigo.
- ¡Ja, ja, ja! Eso de lavar el cerebro es bien fácil para gente como tú…
- Si, jefe, nada como contar con la ayuda de tu “ángel de Betesda”, ese que de vez en cuando bajaba a agitar las aguas del estanque, para mantener allí esclavizados a muchos que nunca tuvieron la oportunidad de sanar. Así hago ahora. Preparo el ambiente con música que predispone a los cristianos, que con corazón crédulo y confiado en extremo, aceptan cuanto les digo sin que siquiera lo cuestionen. Preparo mis palabras, las cargo de solemnidad, y cuando el “ángel” se mueve, algunos se sanan y las multitudes se esclaviza a mis palabras, pues me toman por portavoz de Dios. Luego, como es bien fácil en aquel continente obtener suculentas contribuciones económicas, solo tengo que hablar de sembrar en el reino, de hacer compromisos con Dios para recibir “milagros”, y el negocio está montado. Yo recibo mi dinero, mi fama y mis momentos de gloria, y a cambio te entrego a miles de personas desactivadas, supuestos cristianos que dejan de leer la Biblia para leer mis libros (o los de otros de la “Hermandad”), todo lo que les lleve a ser esclavos de la “simonía”; Sí, les he convencido de que los milagros se pueden comprar, que los que envíen más dinero recibirán mis "mejores" oraciones ungidas, que los que compren mis libros serán más sabios (nada más lejos de la verdad), y que quienes sigan mis consejos, aprenderán un "Evangelio" barato, mentiroso, que no se regala como dice la Biblia, sino que se vende al mejor postor. Luego, las congregaciones se fundamentan en los dólares, no en los creyentes, ni mucho menos en Dios, y cuando les falla el dinero, sus estructuras se resquebrajan y las ovejas se dispersan desmotivadas, tristes y convencidas de que Dios mismo es una estafa, porque no pueden ver que la estafa soy yo. ¡Hace unos días me divertí como nunca! Hice un experimento usando a uno de mis lacayos, en la que llaman “la Catedraal de Crystaal” y con la escusa de la crisis económica, los ingresos han bajado tanto que he provocado un desmoronamiento emocional sonado en todo el país; un hombre se suicidó en el púlpito ante la mirada a sombrada de los miles de asistentes… ¡Y eso por no hablar cuando hace un tiempo el líder de alabanza tomó una pistola y comenzó a disparar por allí! Ahora he mandado a un colega sureño, para intentar seguir sacando ingresos por allá, hasta que el experimento llegue a su tercera fase: El fin es que todo se sustente por dinero, y cuando éste falte, que todo se deshaga, que todos se dispersen, que los cristianos se desilusionen y se pierdan, y pongan la esperanza en otro que no sea Jesús ¿Verdad Holabama?
- Bueno Benit, ya sé cual será el final, y me parece que está todo controlado por allí. También el sur del continente tiene otro buen delegado para someterlo, y aunque algunos esbirros tuyos como “Cajero Lu-Una” extiende tu filosofía por allá, tengo a otro trabajando en una antigua estrategia que nunca falla, al menos así espero que sea. ¿Qué tienes que decir al respecto, Cesareio Castell-Azno?
- Que la tela de araña está tejida y se extiende por la faz del continente y aún del mundo. ¡Es maravilloso poder usar la Biblia a mi antojo sin que nadie me lo reproche! Al fin y al cabo, he convencido a la mayoría de que “los números son el fruto” que los cristianos estiman, y mi organigrama crece por días a pasos agigantados. Hice creer a mi congregación hace tiempo ya, que Jetro aconsejó a Moisés dividir al pueblo en grupos, para poderlos juzgar mejor… Sí, sé que entonces ninguno tenía al Espíritu Santo, y que necesitaban del caudillo que hablaba con Dios para saber qué hacer ¡Pero los cristianos no se han dado cuenta de que ellos pueden hablar con Dios! ¡Y los que lo saben, no saben oír Su Voz! Así que fue fácil convencerles de volver a la ley del antiguo testamento con ese pretexto de Jetro. Solo tuve que sacar algunos otros textos que se acomodaran a mi doctrina, inventar un nombre bien moderno, para enmascararlo (ya sabes, los “Je-je Dose”) y así conseguir controlar de cerca a “mi gente de confianza”, que se imponen y me informan de cuanto hacen sus grupos de “súper líderes”, que a su vez hacen lo mismo con otros, y con otros, y con los de más allá, a modo de jerarquía piramidal. ¿El final? Que tengo a miles comiendo de mi mano, multitudes sin iniciativa, porque no se les permite hablar de otra cosa que no sea “mi palabra pastoral inspirada”, y todo el dinero viene por si solo a mis arcas: Es el sistema perfecto, yo me enseñoreo a escondida de los miles que a la par me enriquecen y ayudan a que mis finanzas y proyectos no tengan parangón ni comparación, al punto de que aun las autoridades empiezan a formar un vinculo estrecho con mi organización. He de reconocer que he aprendido mucho de mi colega de la “Hermandad de Evropa”, que sigue la costumbre de siglos de alianzas con el estado, y fueron pioneros en establecer esa estructura piramidal, aunque ahora haya decaído su poderío; pero no te preocupes, que nos uniremos, le llamaremos "ekumeneismo", y juntos volveremos a ser lo que éramos: Los amos del mundo, y aún de los reyes y presidentes de las naciones. ¡Todo sea por la gloria de Reficul!
- Bueno Cesareio, sabes que tienes que afianzar tus vínculos con tu colega, como dices, pero no permitas que nadie se entere de tus ritos sectarios, resérvalos para los más desinteresados colaboradores, que ninguno hable de lo que ve en las reuniones de la cúspide, ni del secretismo obligatorio para acceder a esos niveles, pues esa arma será a la par una cadena que los apresará y los hará trabajar para nosotros, aun cuando no quieran, hasta hacer cuanto les digamos: ¡Que no se te escape ni uno! En fin, ya que hablamos de Evropa, sería un buen momento para saber que tal va la cosa por allí…
Entonces se levantó otro personaje que, de veras, no esperaba encontrar allí. También puedo asegurarte que lo conoces. Vestía igualmente de blanco, como Benit O-Gil, pero no usaba traje de chaqueta, sino una especie de túnica, y un sombrero que parecía un tazón volcado sobre la coronilla. Portaba un bastón muy valioso, y lucía un anillo que se podía ver a un kilómetro de distancia, de oro puro. Entonces, el jefe se dirigió a él diciendo:
Entonces, todos rompieron a reír, pero a carcajada limpia. Parece que eso de ver como los que se creían libres estaban esclavizados a sus nuevo “párrocos” (perdón, quise decir pastores) y eran manejados por ellos como simples piezas de ajedrez, era algo alentador para sus malvados planes… Lo curioso de estos “cristianos”, es que volvían a la ignorancia de las Escrituras inducidos, pero voluntariamente… ¡Y a cambio, como no de entregar sus diezmos y ofrendas para la obra!
--------------------
Afortunadamente, esto que nos relata Davide no representa a ninguno de los grupos cristianos de la actualidad, porque somos todos muy entregados a la oración, al estudio de la Palabra de Dios, a la comunión con Él, y esas doctrinas no podrían entrar en nuestros santuarios de ninguna manera ¿Verdad? ¿O no...?
Davide me ha dicho que intentará mandarnos el último aporte a la mayor brevedad. Parece ser que le pisaban los talones los de la "Hermandad" y tuvo que posponer este reporte. Dios quiera que el siguiente nos desentrañe de una vez por todas el misterio de los personajes que quedan por desfilar por esta pasarela...