sábado

Verdad vs Creencias

La Verdad es buscada por muchos, encontrada por no tantos, deseada por sabios, odiada por los mentirosos, estudiada en los libros, olvidada en las vidas, predicada en la Biblia, codiciada por arrogantes, amada por sus buscadores... Y quien dice no interesarse por conocerla, creo que se engaña a si mismo.

Meditando en esto, recordaba la escena en la que Jesús fue llevado ante Pilato, acusado por los religiosos de la época. Según cita el Evangelio de Juan 18:37-38, dice que al ser interrogado, Cristo dijo:

"...Para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad?"

Y esta pregunta resuena hasta nuestro días: ¿Qué es la verdad? Para un cristiano la respuesta es automática: Jesús es la Verdad. Pero muchos no comparten esta idea; de hecho, muchos no saben ni quién es Jesucristo, de modo que no pueden tener el concepto de que Él sea la verdad, lo que les lleva a buscar sus propias verdades, aunque para ser más correctos, deberíamos llamar a esas "verdades" por su nombre: Creencias.

Hay un artículo muy interesante sobre esto en el blog de Teosubversión, que me hizo pensar en todo esto. Buscando llegué a la definición de Epistemología en la Wikipedia, donde encontré un dibujo similar a este:

Este gráfico (según una idea de Platón) describe en cierto modo el Conocimiento como la parte de las Creencias que coinciden con la Verdad. La Verdad es insustituible e innegable. Las creencias son diferentes en cada persona. Si las trazamos como esos dos círculos imaginarios, cuanto más se solapan entre si, más "Conocimiento de la Verdad" se tiene. Aunque la idea aparece como parte de los pensamientos del conocido filósofo griego, quizás veamos que la Biblia puede enseñarnos algo semejante a esto; sigamos estudiando.

Como cristiano, aplicando esto a la existencia de Dios, y al tema que muchos denominan "religión", entiendo que esa Verdad es Cristo, y por ende, todo no cristiano entenderá la verdad como un "ente", una filosofía, una conducta de vida, cualquier otra cosa distinta. Pero creo que sería vano intentar convencer a nadie en un simple artículo de cual es la Verdad, porque ella no es una variable, sino una constante, que tarde o temprano conoceremos el día que muramos. Si el Espíritu Santo quiere convencer a alguien, lo puede hacer (nosotros podemos colaborar en esta labor, pero no es este el tema que estamos tratando).

Si no podemos actuar sobre la Verdad, debemos actuar sobre la variable: Las Creencias, algo que todos tenemos, incluso los que se confiesan ateos, pues creen en algo, aunque le llamen "Big Bang" o "Teoría Evolutiva". Modificar esas creencias o convicciones sí que está en nuestra mano, y determinarán cuanto grado de verdad conocemos.

Tomando la Biblia como referencia (porque no existen otros manuales que nos hablen de Dios con más fiabilidad que este) podemos recordar las palabras de Jesús citadas al principio del artículo: "Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz" lo que establece una estrecha relación entre confiar en lo que Jesús dice y la verdad misma.

Otras palabras del Maestro muy conocidas nos recuerdan en Juan 8:31-32 que:

"Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."

Donde Cristo ponía un condicionante para conocer la verdad: Ser sus discípulos, que a su vez venía dado por la permanencia fiel a lo que les había enseñado. El proceso debía dar una evidencia irrefutable de que habían conocido la verdad: La libertad.

Intentando traducir esto a una frase sencilla, podríamos decir que si Cristo es esa Verdad buscada, y si sus enseñanzas son la clave para conocerle y crecer, el resultado obvio de actuar de acuerdo a sus consejos, debiera ser el obtener esa libertad (no el libertinaje).

Llegados a este punto, creo que cada cual debería revisar el sitio en el que empezamos a divagar, esas creencias que nos diferencias a unos de otros. ¿Tus creencias coinciden en mucho o en poco con la Verdad? ¿Aún no lo sabes? Recuerda la afirmación de Jesús: El que es de la verdad escucha su voz... Sí, sí, ya sé, TODOS dicen escuchar su voz, pero el fruto es el que muestra el tipo de árbol: El manzano, da manzanas, la higuera, higos, y la verdad... LA VERDAD DA LIBERTAD.


Si no te sientes libre, si no experimentas el gozo de tener a Cristo, si no es para ti un tesoro lo que podemos conocer de esas palabras en las que debemos permanecer para ser sus discípulos (la Biblia), entonces sería un buen momento para cuestionarnos ¿Serán mis creencias distantes, o incluso diametralmente opuestas a la Verdad? Sé que es duro poner en tela de juicio años de aprendizaje, ya he pasado por ello, pero el resto de nuestras vidas depende de hacernos estas preguntas hoy.


El artículo que cité al principio del Blog Teosuversión, trata más en profundidad el tema, y de seguro que puede arrojar mucha luz sobre estas simples palabras, pero una razón de no experimentar una vida de libertad y victoria (no digo sin problemas, ni en libertinaje, ni super-prosperados) es que nuestras creencias no coinciden con la Verdad ¿Por qué? Por algo que ya traté de pasada en otro post hace tiempo: Que los cristianos hemos sido "domesticados".

¿Cómo? Lo que oíste. No llamemos mansedumbre a lo que no lo es. La valentía que nos debiera caracterizar al punto de no temer ni a la misma muerte, se ha tornado en un vano y malo sometimiento sinrazón: Hay demasiados crédulos y muy pocos creyentes. Los crédulos son los que se lo tragan todo, bueno o malo. Los creyentes no se conforman, ni a este siglo, ni a todo lo que se diga desde una emisora de TV o un púlpito, sino que buscan la verdad, leen la Biblia, meditan en ella de día y de noche, indagan hasta encontrar sentido a cada una de sus afirmaciones, buscan que sus "creencias" estén emparejadas con la Verdad, y el conocimiento de la misma da ese fruto de libertad que sobrepasa todo entendimiento humano: A eso aspira un creyente, a no ser un esclavo de las reglas, sino a usar los buenos consejos de Dios para ser mejor cada día.

Quizás sea momento para pensar punto por punto en todas tus creencias, en todas esas cosas que creíste saber porque alguien las dijo... Y que quizás no son como te las enseñaron. Hemos de estar dispuestos a que sea Dios mismo quien ponga cada cosa en su sitio, porque Él no quiere mediocridad, sino llevarte a una vida abundante. Si la quieres, debes buscarla, pero no cargues en este viaje vital con la pesada mochila de las creencias sin fundamento, ni con las palabras que te atan a la dependencia insana de un erudito descifrador de la Biblia: Dios quiere ser tu guía, el Espíritu Santo quiere hablarte A TI, porque quiere hacerte libre, porque quiere que seas Su Templo, limpio y radiante, ese Templo que camina por las calles y saca a Dios de los retablos, a donde todos puedan verlo, ese Templo que no se oculta tras cuatro paredes, sino que camina libre, pletórico, mostrando que... ¡Cristo Vive Hoy!

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Se le agradece, Don Nomasmitos.

Mire: cuantas menos veces nuestro templo del Espíritu tenga que ser limpiado a latigazos de las mesas de los cambistas que nosotros nos colocamos, mucho mejor sabremos qué naturaleza tiene esa libertad (cuya pureza axiomatica no deja lugar a pseudopeligros y presunciones de libertinajes)

Que bueno sería releer en conjunto Gálatas.

Gracias nuevamente
Un abrazo

superquo dijo...

Ahora que estoy reflexionando sobre el papel de cada individuo en la iglesia, mirando atrás tengo esa sensación de que fui "domesticado"... Nos hacen pasar por los aros y engullir "todas esas cosas que creímos saber porque alguien las dijo".
La vida abundante se ha convertido en normas rígidas, rituales huecos, gestos externos y vidas sin transformar.
Como dice la Monja, me apunto a releer y re-releer Gálatas.
Un saludo; Gracia y paz (Gálatas 1:3)

David López-Cepero dijo...

Gracias a usted, doña Monja.

Pues ya ve, parece ser que me he preparado un azote de cuerdas y dispuesto estoy a volcar las mesas usurpadoras... ¡Qué presuntuoso que soy! (ja, ja) Bueno, por ahora me estoy ocupando de desmontar las que yo mismo monté, y ojalá con ello pueda ayudar a otros.

Me inquieta que los axiomas no parecen vivir en muchas congregaciones y vidas "cristianas", lo que da pie a esas confusiones que no debieran existir, pero como leí en el blog de nuestro amigo Don Superquo, tendré que empezar en mí mismo, y si Dios me ayuda, puede que esto sirva para que luego otros vean lo evidente...

Por cierto, Gálatas 1:6-7, sin ir más lejos, describe perfectamente lo que vivimos en estos tiempos ¿No cree? Pues sí, habrá que seguir estudiando...

Encantado de su visita desde los claustros. Un abrazo

David López-Cepero dijo...

Pues sí David, Monja nos ha puesto una muy buena tarea... :)

Yo fui domesticado y amansado... ¡Y además era feliz con ello! Claro, con ese mensaje subliminal de:

"Sumisión incondicional = mansedumbre = fruto del Espíritu"

Pero ¡Oh gran "error"! Un día empecé a leer la Biblia con intención de entenderla, y comencé a hacerme preguntas, y cuando solicité respuestas ¿Sabes cuales fueron?:

-La doctrina de la DENOMINACIÓN dice...
-Las COSTUMBRES nos enseñan que...
-El testimonio de los padres de la Iglesia PARECE indicar...
-El pastor es el ÚNICO que recibe la revelación...
-Si no opinas igual deberías pensar en SALIR de esta congregación...

Respuestas "ungidas" ¿Verdad? (je, je). Mejor no sigo. Pero le doy gracias a Dios porque encontré justo esas respuestas que no me respondían a nada pero me lo mostraban todo, porque abrieron mis ojos, me enseñaron que los guías espirituales se podían equivocar ¡Me di cuenta de que eran humanos, y no semidioses!

Yo no soy mejor que ellos, pero ya me cansé de creer todo lo que se predica, ya me cansé de ser el juguete de un domador de salón... La vida hay que aprovecharla, y nadie lo hará por mí, y si hay que tirar las mesas de los cambistas, pues se tiran, porque ya no tengo nada que perder, y mucho que ganar... (Mateo 10:28)

Un abrazo, tocayo.

Anónimo dijo...

-La verdad- En mundo caido esta es solo relativa. Como dijite que para nosotros es Alguien, para los demas es algo.
Gracias por pasarte por mis memorias

David López-Cepero dijo...

Gracias a ti, Daniel... Sigue haciendo Memoria, que como bien dices en tu perfil, podemos influenciar el incesante acontecer que nos rodea.
Saludos

Guille dijo...

Muy Claro David (hasta con graficos y todo! :D ). Dios nos ayude a que cada vez, más de nuestras creencias coincidan con verdadero conocimiento.
Saludos :)

David López-Cepero dijo...

Amén, Guille, Amén...
Gracias como siempre por pasar por aquí. Saludos

JPCA dijo...

Guau! has dado (otra vez) en el clavo. No puede haber libertad basada en la ignorancia. Así de simple.

Ahora bien, haciendo hincapié en lo que ocurre en las iglesias: en muchos casos existe un extremo paternalismo (entendido como el velar por la pureza ajena). Y yo mismo ejercí tal, cuando una vez fui líder; es curioso, pero mi ansia de ejercerlo lo adquirí de forma subliminal (no recuerdo haber sido "adoctrinado" explicitamente sobre ello).

Pienso que en una fracción nada despreciable en el cristianismo evangélico, se deduce implícitamente que la gente no sabe ejercer la libertad en Cristo, y a la vez no se hace nada radical para subsanarlo.

¿Qué podemos hacer? ¿Dejar de practicar "la mediación", y confrontar a los creyentes directamente con Aquél que es el Dador de la libertad? ¿Tú qué piensas Peregrino?

Un abrazo desde Chile.

GUSMAR SOSA dijo...

Brother me gustò eso de que la verdad da libertad, creo que es una regla por la que debemos medir cuàn equivocados o acertados podemos o debemos estar al pregonar nuestra verdad. Creo que hay mucho de que hablar, mucho què medir. Pues veo pregoneros de la verdad con cadenas en sus manos y golpeando sus propios espìritus. No sè hace años decidì dejar las cadenas, y aunque a veces me autoamenazo con desconocer la verdadera verdad puedo medirla ahora con este principio. Y todo sea entendido, es decir, para que alcaraciones del tipo de que "claro sin caer en libertinaje"... Creo que entre nosotros todo eso està ya por sentado. Bendiciones. Saludos.

David López-Cepero dijo...

Hola Juan Pablo, has hecho un buen resumen: La ignorancia esclaviza.

Y la pregunta, tiene miga...
Yo también fui parte del "liderazgo" de mi congregación, y en parte sucedía lo del paternalismo, en el sentido de querer cuidar a las personas de las que era "responsable", pero me di cuenta de que era insano el proteccionismo pues, en vez de hacer que cada creyente tenga una relación directa con Dios, conseguimos lo contrario, que DEPENDA de "mediadores", los "líderes", con lo que les privamos directamente de la libertad: Dejan de buscar a Dios por sí mismos, dejan de leer la Biblia con intención de aprender, y terminan siendo autómatas, que solo van a las reuniones designadas para "recibir la porción determinada de alimento espiritual"

Vi que eso empobrecía a la congregación (de hecho, por lo que puedo ver, creo que sigue sucediendo) lo cual debiera ser una señal de alarma, pues detiene el crecimiento, impide el desarrollo de nuevos "miembros activos"...

Lo que ocurre es que a veces, el hablar claro, el confrontar a la gente tiene sus consecuencias, porque sucede algo: El que se ha acostumbrado a que lo lleven de un lado a otro con "voz pastoral", no suele querer cambiar su "modus vivendis"; dicho de otro modo, le llega a gustar el ser manipulado... Suena fuerte, pero lo he visto con verdadero pesar.

Creo que Jesús confrontaba con palabras claras y duras a veces, para que sus seguidores fueran discípulos de verdad, y no meros "comedores de pan multiplicado" y eso alejó a muchos "falsos discípulos"... El problema es que en muchas congregaciones se quiere crecer en NUMERO y no en CARÁCTER, y a veces se prefiere que haya mucha gente a que haya gente creyente de verdad.

No sé que pensarás de esto, pero esta es la página "No Más Mitos", y su propósito es derribar muchas cosas que creo que debieran cambiar en el cristianismo "práctico" de hoy en día (je, je) Ya me dirás qué te parece...

En definitiva, hay un dicho por aquí que dice: ¡Con la verdad por delante!

Te mando un abrazo desde "el otro lado del charco"

David López-Cepero dijo...

Hola Gusmar, un gusto verte pasear por estos caminos :)

Lo de la aclaración que citas, es algo obvio, como bien dices, pero como no sé quien pueda llegar a leer este artículo, a veces remarco estas cosas por si acaso, tú sabes...

Por cierto, bro, muy gráfico lo del termómetro, creo que es exactamente lo que intentaba expresar, aunque recuerdo a un antiguo pastor mío que decía que el termómetro de la iglesia son sus finanzas (jaaa) ¿Cual de los dos termómetros será más exacto? :)

Un abrazo, amigo
(Por cierto, bonita criatura tienes en brazos en la foto de tu perfil...)

superquo dijo...

"...para que sus seguidores fueran discípulos de verdad, y no meros "comedores de pan multiplicado" y eso alejó a muchos "falsos discípulos"... El problema es que en muchas congregaciones se quiere crecer en NUMERO y no en CARÁCTER, y a veces se prefiere que haya mucha gente a que haya gente creyente de verdad."

¡Muy certero!¡Me pongo en pie y aplaudo!

David López-Cepero dijo...

Muchas gracias David, vas a conseguir que me sonroje, je, je.

Me encantaría encontrar miles que opinaran como tú... La Iglesia sería otra cosa, y el mundo tendría personas de carne y hueso para mirar a través de ellas a Jesús... Pero vamos en camino ¿no?

Un abrazo

¿Qué es un MITO?


Un Mito es una cosa que no tiene una realidad concreta, que puede llegar a ser una fábula, una fantasía. Cuando un mito se confunde con algo real, la verdad se distorsiona. Algo así ha sucedido con el cristianismo actual, del que muchos escapan por el mítico concepto que tienen de él. Aún estamos a tiempo de hablar las verdades, a la luz de las Escrituras, la Palabra fiel y verdadera de Dios.